Retiro AUDIO-RELATO

—¿Pero cuántas veces tengo que decírtelo? —gritó desesperada. La mascarilla impedía apreciar la desolación de su rostro.

El niño guardaba silencio y apretaba los dientes mientras intentaba soltarse de su mano.

—Tus padres me echarán a la calle. Tendré que regresar a las colas del hambre para dar de comer a mis hijos… —. Las lágrimas fueron los puntos suspensivos de esta frase.

—Lo siento, no creía que fuera tan grave… Se despegó un poco el papel de nubes de la pared y comencé a tirar para ver que había detrás. No me podía creer que detrás del cielo se ocultaran unos tablones viejos de madera —explicó, acariciando con ternura la mano de su cuidadora —No te preocupes, no creo que se den cuenta. Nunca entran en mi cuarto, jamás me miran… Si te vas a la calle, tendré que irme contigo porque no tengo a nadie más que cuide de mí.

Arrancó un pedazo del papel de la pared de la estación. Cinco palabras brotaron, como cinco manos recias aferradas a los pasamanos: «Somos víctimas de este sistema»

«El próximo tren llegará en…».

—Soy pequeño, pero no pienso caer en la trampa. No llores. Fuiste tú la culpable. Tú me enseñaste a tirar del papel de la pared para descubrir lo que hay detrás.